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Rodolfo Ruiz |
el 11 de marzo de 2004 sucediese aquel gran atentado Yihadista en el cual explotaron cuatro trenes tanto en las estaciones de Atocha, El Pozo del Tío Raímundo y Santa Eugenia. No creo que nadie (por lo menos en Madrid) no recuerde lo que hacía cuando ocurrió aquella tragedia. Lo siento mucho por las víctimas y sus familiares, pero considero que no fueron las únicas derivadas de este suceso. La diferencia es que estas otras víctimas provienen de las teorías de la conspiración lideradas por el periódico el Mundo y la cadena de radio la COPE.
El PP se dedicó a tratar de hacer ver a los medios de
comunicación (tanto nacionales como internacionales) de que la autoría del
atentado había sido de ETA, y tanto el periódico y la cadena de radio ya
mencionados se encargaron de difundir esta teoría que apoyaba el PP (en la cual
no profundizaré, ya que creo que a estas alturas todos hemos oído hablar de
ella).
El País publicaba esta frase de José Emilio Suárez Trashorras
(que fue quién facilitó el explosivo goma 2 eco a los islamistas): “Mientras El
Mundo pague, yo les cuento la guerra civil”.
La primera víctima derivada de esta conspiración fue
Zarzalejos, el entonces director del ABC, qué perdió el puesto al negarse a
publicar la teoría de la conspiración. Federico Jiménez Losantos, como suele
hacer, le dedicó unos cuantos insultos, y a base de mentir, consiguió que
muchos suscriptores del ABC se dieran de baja, incluso dio el teléfono para
animar a los suscriptores a hacerlo.
Llama la atención el caso de que Elmundo.es y El Mundo
impreso, divergían en la información que publicaban. Eso era debido a que los
directores de ambas publicaciones (digital y en papel) eran diferentes. El
director de Elmundo.es era Sindo la Fuente (al cual le costó el puesto no
apoyar las teorías conspiratorias) y la versión impresa era dirigida por Pedro
J. Ramírez.
Los conspiranoícos se alimentaban del testimiono de José
Emilio Suárez Trashorras y era principalmente apoyada por Mariano Rajoy, quien
declaraba que no creía en que la autoría fuera islamista. Dio pie a la creencia
de que la mochila encontrada en el tren de El Pozo del Tío Raimundo era falsa.
Eduardo Zaplana trató de convencernos de que el Grupo
Mondragón (grupo de cooperativas y empresas vascas) estaba implicado, dando a
entender que ellos podían estar relacionados con ETA. Zaplana hablaba de una
tarjeta de este grupo hallada en salpicadero de la furgoneta localizada por los
TEDAX el mismo día 11 de marzo de 2004 (en cuyo interior se encontraron restos
del explosivo utilizado por los islamistas en el atentado). La supuesta tarjeta tenía un número de
teléfono fijo cuyo prefijo era vasco. Esa “tarjeta” resultó ser una cassette de
la orquesta Mondragón, la cual como es de esperar, no tenía ningún número fijo
apuntado. De todas formas, aunque hubiera sido una tarjeta, cualquiera puede
tener una tarjeta ¿No? Aun así, Eduardo Zaplana se empeñaba en acusar a este
grupo de cooperativas y empreas vascas. Alicia Castro y Jaime Ignacio del Burgo
cuestionaron públicamente a Jose Luis Rodriguez Zapatero (presidente del
gobierno tras los atentados). Esta es una cita recogida de eldiario.es: “los
diputados del PP Jaime Ignacio del Burgo y Alicia Castro preguntaron en cientos de ocasiones por las supuestas "incógnitas" y
"mentiras" sobre la masacre. Sus interpelaciones incluyeron
imprecisiones, contradicciones e incluso datos falsos.”
José María Aznar comienza a hablar de la autoría
intelectual, a lo que se suman Federico Trillo y Maria Dolores de Cospedal.
A partir de ahí, con esta teoría y con las declaraciones de José
Emilio Suárez Trashorras, Federico Jiménez Losantos y Pedro J. Ramirez se
dedican a desacreditar a Rodolfo Ruiz, ex comisario de Vallecas.
Según los conspiranoícos, la autoría del atentado recaería
sobre ETA, las fuerzas de seguridad españolas, algunos masónicos y algunos
cargos del PSOE, para que este partido pudiera llegar al poder.
Las mayores víctimas de esta conspiración fueron Rodolfo
Ruiz y su familia. Seguido de la Asociación 11-M, afectados del terrorismo, presidida por Pilar Manjón.
Rodolfo asegura que la noche en la que recibió la llamada en
relación a la mochila, se había ido a su casa sobre las 23.00 y hacia la 01:00,
una vez acostado, fue el momento en el que recibió la llamada. Tras la cual se
dirigió a la zona.
Asegura que nunca vio la mochila, salvo en fotos. La llamada
le informa que dentro de los efectos del tren del Pozo del Tío Raimundo ha
aparecido una mochila sin estallar. Se le informa de que han llamado a los
TEDAX para desactivarla. Luego se la llevan para estudiarla.
Tanto Pedro J. Ramirez como Federico Jiménez Losantos llegaron
a afirmar que había colaborado con “una masacre criminal” y le acusan de
falsificar pruebas.
También estos medios le acusan de estar al servicio del PSOE
y de recibir órdenes de José Luis Rodríguez Zapatero. Lo que según, Rodolfo
Ruiz, era imposible, ya que dice no conocerle.
Una vez el PSOE en el poder, Rodolfo fue ascendido a la
jefatura de la Brigada de Información de Madrid. Lo cual sirve a Pedro J.
Ramírez y a Federico Jiménez Losantos para afirmar que, el cambio de puesto se
lleva a cabo para que no hable sobre aquello de lo que la teoría de la
conspiración acusaba al PSOE.
La familia de Rodolfo
tuvo que soportar el hecho de no poder salir a la calle sin ser insultada y,
además, él fue acusado de participar en la falsificación de unas pruebas (en
concreto de haber colocado él mismo allí la mochila para desviar la atención
sobre la autoría del atentado) incluso habiéndose demostrado que todo ello eran
calumnias, producto de intereses políticos.
El día 10 de marzo de 2014 el periódico El País publica la
siguiente afirmación del afectado:"Hasta de asesino llegaron a tacharme en
la radio. Decían que yo había manipulado la mochila. Todo un disparate. Los
llevé a los tribunales por injurias y calumnias, pero nunca los condenaron.
Muchas veces se olvida que entonces mis mandos eran del PP, y que el ministro era Ángel Acebes y el presidente
del Gobierno, Aznar".
Lo triste es que no se llegara a condenar a nadie por tales
injurias cuando toda España (fuera a traves de la COPE o en fragmentos de estas
difamaciones emitidos en otras cadenas de radio y canales de televisión)
escuchó a Federico Jiménez Losantos insultar y calumniar a Rodolfo Ruiz; de
hecho, creo que todos sabemos cómo se las gasta este señor, que es incapaz de
dar una opinión negativa de alguien sin ponerlo a caldo. En cuanto a Pedro J.
Ramírez, El Mundo se dedicó a hacer lo mismo que desde la COPE¸ quizá con menos insultos. Y por
supuesto, los partidarios de la teoría conspiratoria, hablan de la
“compensación” recibida por parte de Rogelio Ruiz al obtener su ascenso tras la
llegada del PSOE al poder tras los atentados (por la que recibió un aumento de
120€, así que si eso es una compensación relevante…), pero se olvida de que
antes de la llegada del PSOE al poder, era el PP el que estaba en el gobierno,
con lo cual sus mandos superiores eran de aquel partido, sin olvidar mencionar
que Rodolfo Ruiz nunca fue de ideas de izquierdas, como se menciona en el
artículo de El País.
Tal como indica el periódico El País de la misma
fecha arriba indicada: “Los insultos sobre él arrecieron poco después cuando
fue procesado por la detención de dos ediles del PP del municipio de Las Rozas
que increparon e intentaron agredir al exministro José Bono durante una
manifestación de asociaciones de víctimas del terrorismo. El PP, que arropaba
la manifestación, le puso una querella por detención ilegal, y logró sentarle
en el banquillo. Le absolvió el Supremo. Fue lo que se llamó el caso Bono.
Ruiz se convirtió así en la diana de los abanderados de la tesis según la cual
ETA y fuerzas policiales afines al PSOE se habían compinchado para sacar al PP
del poder y elevar a Zapatero”.
Lo que ocurrió en el llamado caso Bono, fue que en
dicha manifestación contra el terrorismo, dos ediles del PP de las Rozas
increparon y trataron de agredir a José Bono. En ese momento, según los dos
agentes que acompañaban a José Bono, no tomaron medidas para evitar un
altercado; pero días después fueron a la casa de dichos ediles y los condujeron
a comisaría para que declararan sobre los hechos. Tras de su declaración se les
dejó libres. Desde el punto de vista jurídico no estaban detenidos. El PP
denunció a ambos policías por secuestro. La Audiencia Provincial de Madrid
condenó a ambos, pero fueron absueltos por el Tribunal Supremo. Ambas
sentencias se encuentran publicadas en el Centro de Documentación del Poder Judicial
(CENDOJ).
Así que aquellos ediles nunca fueron detenidos y mucho menos secuestrados, sino, simplemente,
conducidos a comisaría para contar su versión de los hechos. Aun así, y
habiendo sido absuelto de los cargos los conspiranoícos seguían rondando sobre
Rodolfo Ruiz y cebándose con él, basándose en el caso Bono. También hay que señalar
el error cometido por muchos medios de comunicación en general, los cuales
confirmaron la detención, cuando desde el punto de vista jurídico, no lo fue.
A su hijo le dijeron que su padre era un asesino y los vecinos se
acercaban a su mujer para decirle lo que se oía en los periódicos y la radio.
La hija estuvo en tratamiento psicológico, igual que el resto de la familia.
En el comentado artículo de El País se menciona lo
siguiente “En los tribunales, el PP fue su látigo. Hasta que el Supremo le
absolvió, Ruiz estuvo inhabilitado profesionalmente. Quiso incorporarse, pero
sus mandos, aquellos a los que, siguiendo la teoría, habría servido manipulando
la mochila, no le dejaron. Le veían muy noqueado.”
Teniendo en cuenta que el mismo Mariano Rajoy les dijo lo
siguiente a su mujer y a su cuñada: "Eso es un tema del PP de Madrid, no
os preocupéis que no pasará nada...", afirma Rogelio Ruiz.
Rodolfo Ruiz hizo esta afirmación al periódico el país el
día 10 de marzo de 2014: “El bulo del 11-M destrozó mi familia, y mi esposa no
pudo aguantarlo”. ¡Y tanto que la destrozó! La familia entera se hundió una
grave depresión por la cual necesitaron ayuda psicológica y su mujer acabó
suicidándose.
El mismo artículo dice lo siguiente en relación a Rodolfo
Ruiz: “Al final, también él cayó en una gran depresión: sus compañeros le
retiraron la pistola, temían que también quisiera irse de este mundo”. En la
entrevista con EL PAÍS, Ruiz se confiesa: "Llegué a pensar en pegarme un
tiro".
Siguiendo con el mismo periódico y articulo:
“Rodolfo Ruiz puso tierra de por medio y se fue a vivir a Zaragoza, donde ha
rehecho su vida. Ahora sí fluye en él la sonrisa. Está prejubilado. Y trata de
borrar de su mente la fotografía de los móviles que no contestaban (en
referencia a los móviles de las víctimas de la estación del Pozo del Tío
Raimundo). Y, sobre todo, el día que, en la clínica, presintió que hablaba por
última vez con su esposa. Pero esas pesadillas ya pertenecen al pasado, igual
que aquellas teorías.”
¿Eso de que se haya tenido que mudar a Zaragoza, no nos
suena familiar a los españoles? Quizá nos suene de algunas víctimas del terrorismo
de ETA del País Vasco, las cuales para evitar amenazas tuvieron que mudarse a
otras zonas de España. Pues resulta que no hacen falta armas físicas, solo con
palabras (insultos y calumnias) se consiguió lo mismo con este hombre que
simplemente realizó su trabajo.
Pilar Manjón presidenta de
la Asociación 11-M,
afectados del terrorismo asegura lo
siguiente en el periódico gratuíto 20 minutos: “Esta asociación es el vagón de
cola de las víctimas”. Esta asociación nunca ha dado pie ha la teoría de la
conspiración y eso les ha costado lo suyo.
Evidentemente, en esta asociación
se encuentran parte de las personas que sufrieron el atentado, pero a la vez se
encuentran representados algunos de sus familiares, que por extensión también son
víctimas de aquella tragedia del 11de marzo.
“Todavía unos pocos, cada vez
menos, se empeñan en contarle teorías sobre el 11 de marzo. No saben que para
Pilar Manjón la única verdad absoluta es que Daniel (hijo de Pilar Manjón
fallecido en el atentado) ya no está.” Afirma 20 Minutos. Además en este mismo
periódico, la propia Pilar afirma: “El tema ahora está regular. Por ponerte un
ejemplo, hay una persona en concreto que se sabe nuestros nombres y que el
domingo me llamó a casa. Pero lo más gordo es que ha ido a casa de una víctima
a explicarle qué pasó el 11 de Marzo.” Esta afirmación fue hecha tras decir en
este mismo artículo, que nada más entrar el PP en el poder (ya con Mariano
Rajoy a la cabeza), le quitaron la escolta con la excusa de que ya no corría
peligro debido a que ETA ya no mata. Lo irónico de este tema, es que a esta
persona jamás la ha amenazado ETA. Sino, que su principal amenaza, además de
los implicados en el 11-M que van saliendo de la cárcel, son los defensores de
la teoría conspiratoria. ¿A qué cuento viene que alguien vaya a casa de una
víctima a contarle lo que cree que pasó aquel 11 de marzo de 2004? Y sobretodo,
para contarle lo que no pasó, y empeñado además en que es la verdad absoluta.
Son ganas de remover el pasado y hurgar en el dolor de las víctimas.
“Siempre les da por contarnos la
verdad. Ya estoy cansada. Y estas fechas son complicadas, ya debemos estar a
puntito de volver a recibir correos con fotos de los cadáveres de El Pozo y
así.” Dice Pilar Manjón a 20 Minutos. Lo que no sé es a qué desalmado se le
ocurre enviar ese material a un colectivo como este, que seguro está deseando
seguir adelante.
En el mismo periódico, se recuerda
esta frase de Pilar Manjón: "recordadlos, no con imágenes trágicas, sino
cuando disfrutaban de la vida". Creo que es una frase que debería tenerse
en cuenta, especialmente por las cadenas de televisión. Ya que para una persona
que ha vivido un atentado como ese del 11-M no es plato de gusto volver a
revivir siempre lo mismo. El día 9 de marzo estaba viendo las noticias de
antena 3 (las del medio día que comienzan a las 15.00) y vi algo que me
sorprendió gratamente. Estaban recordando el 11-M, pero no había una sola
imagen de trenes, ni de las estaciones ni, sonidos de lo ocurrido aquel día.
Solo se recordaba la tragedia y salía una madre que había perdido a su hijo,
hablando de él. Considero que esa es una manera más constructiva de recordar
aquel atentado sin que las víctimas vean las imágenes que ellos mismos vivieron
en sus carnes. Yo no tuve la desgracia de tener que vérmelas en aquel atentado,
pero si a mí misma me impresiona ver esas imágenes y oír las conversaciones y
los sonidos que se oían en ese momento, no quiero saber lo que significará eso
para una persona que lo haya vivido o, incluso, para un familiar.
José María Aznar, cuando intentó convencernos a los españoles
de que la autoría había sido de ETA afirmó: “los autores de estos atentados no
andan en desiertos muy remotos ni en montañas remotas”. ¡Cláro que no, los
islamistas estaban en un piso de Leganés! ¡Incluso repartidos por diferentes
zonas de la geografía española! entre Madrid y Granada. ¡Pretendían seguir
atentando! Si los cuerpos de seguridad no hubieran actuado correctamente, los
terroristas no se habrían inmolado en el piso de Leganés rodeados por los GEO.
Habrían atentado una vez más en las vías del AVE y ,luego, habrían volado la
Alhambra de Granada (según al Rojo Vivo, en la Sexta) además de lo ya sucedido
aquel fatídico 11 de marzo de 2004.
Lo que tiene miga es que sabiendo esto, todavía haya gente
dispuesta a calumniar a quien hizo las tareas encomendadas de la mejor forma
posible.
Actualmente el PP no apoya la teoría conspiratoria pero no
cierra el caso, siguen diciendo que todo lo que pueda aportarse para dar luz a
lo sucedido bienvenido sea. Y lo dicen ahora, que ya ha pasado el juicio. ¿Qué
más quieren?
Quienes tengan dudas de lo que ocurrió aquel día, quizá
deban leer el libro “¡Matadlos!” de Fernando Reinares, experto en terrorismo
internacional.
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